ANTIOQUIA VOLVIENDO A LA VIOLENCIA
La ciudad de Medellín está marcada con un calificativo desde los años ochentas; época en la que fue llamada “la ciudad más peligrosa del mundo”, y es apropiado y triste admitir que por más duro que esto sonara esa era la realidad de nuestra ciudad.
Medellín era un lugar, en el que la esperanza de vida de un joven de la época no superaba los 19 o 20 años, los problemas de sicariato y narcotráfico tenían sumergida la ciudad, situación que comenzó a cambiar con un proceso de concientización y autorregulación ciudadana, haciéndose más visible en la alcaldía de Sergio Fajardo Valderrama, donde se empezó a hablar de una nueva Medellín, que “pasaba del miedo a la esperanza”, y es cierto que la comunidad daba síntomas de tranquilidad y el panorama no era tan aciago como en otras épocas.
La ciudad fue visitada en repetidas ocasiones por importantes personalidades mundiales a las que se les paseaba por las calles “en las que antes no se podía transitar”. Medellín, gracias a una campaña intensiva de propaganda, fue destilando la imagen que tenía de la ciudad más peligrosa del mundo. No obstante, esa campaña mediática y oficial parece estar quedándose sin autoridad para continuar cuando la violencia en la ciudad está arremetiendo de nuevo.
La nueva alcaldía, liderada por Alonso Salazar, está sufriendo por el incremento alarmante y sorpresivo de la violencia en el Área Metropolitana, y ha tenido que tomar medidas al respecto, para lograr que la ciudad siga siendo tranquila y segura como venia.
María Leany Cortés Facultad de comunicación Social y publicidad Funlam
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